Les trobes en lahors de la Verge María
Facsimil 500º Aniversario - Espasa Calpe, 1974
118 pp. + 45 pp. del estudio. 36,00 €.
118 pp. + 45 pp. del estudio. 36,00 €.

Tirada de 1130 ejemplares numerados (nº 85). Tamaño 18 x 25 cm. LII + 58 folios sin numerar + 105 pp.+ 2 h. Media Piel Nueva en estuche. Ejemplar intonso (sin desbarbar)
La primera imprenta que se instala en España lo
hace en Segovia en el año 1472 a instancias del obispo Juan Arias
Dávila que se propone proporcionar obras impresas a los alumnos del Estudio
General de la ciudad. Dieciséis años después de la impresión de la Biblia
de Gutenberg, el impresor Juan Pàrix viene desde Alemania para publicar
el primer incunable literario en nuestro país: Sinodal de Aguilafuerte,
según se documenta en las actas del sínodo de la diócesis de Segovia celebrado
en aquel municipio.
Las imprentas fueron
instalándose en diferentes ciudades: Valencia, Barcelona, Burgos, Sevilla
y Zaragoza, llegándose a contabilizar veintiséis en el siglo
XV, donde so imprimen los incunables La bula de
Rodrigo de Borja (1473) de la catedral de Segovia, La
bula de Guinea (c.1473) de la catedral de Sevilla, o Las bulas
de doña Isabel de Zuazo (1484) de la iglesia de San Esteban de Cuéllar
(Segovia).
Les trobes en lahors de la Verge María, del impresor
Lambert Palmart, ve la luz en la ciudad de Valencia en 1474. La
publicación fue impresa a raíz de la convocatoria del virrey Lluís
Despuig de un certamen poético para alabar a la Virgen María. Los
poemas debían contener cinco estrofas, dedicatoria y estribillo.
El certamen fue organizado por Bernat Fenollar. La publicación se compone de cuarenta y cinco poemas de cuarenta autores de los que ha perdurado más obra de Juan Ruiz de Corella, Jaime Roig, Fenollar, Gazull, Viñoles, Miguel Pérez, Bernardino Vallmanya, Juan Vidal, Moreno, los Verdancha. Escritas en valenciano en su mayor parte a excepción de cuatro: una de Castellvi, otra de Barceló, la de Pedro de Civillar y Hun Castella sens nom: en toscano, que pertenece á Narciso Viñoles. Castellví y Barceló también tienen una poesía en valenciano cada uno de ellos y publicaron dos de Narciso Viñoles y Berenguer Cardona. Eran considerados trovadores porque el poeta escribía en latín y ellos tenían libertad de estilo y lengua.

La edición con que contamos es un facsimil editado para el quincuagentésimo aniversario de su edición. En el estudio de la obra de Luis Guarner plantea la disputa entre Valencia y Barcelona por su mayor relevancia en aquel momento, donde la ciudad del Turia fue referente de la Condal.
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