miércoles, 20 de mayo de 2020

FRANCISCO DE GOYA: EL ARTE, EL AMOR Y LA LOCURA


       Uno de los más singulares artistas de la Historia de España y de la pintura universal. Los duros momentos históricos que le tocó vivir en la Guerras de Independencia y tuvo que sortear a la Inquisición por la implicación crítica de su obra cuando denuncia los comportamientos del clero; muestra la esencia del ser humano con los miedos a la violencia, el abuso sobre las mujeres, el miedo al desamparo y a la vejez y el despotismo o vicios del poder. A la vez que presenta un mundo creativo y, no en vano, es el referente del reconocimiento que concede, anualmente, la Academia del Cine Español a los mejores profesionales.


     
JOSE ANTONIO VACA DE OSMA 
Encuadernado en tapa dura de editorial con sobrecubierta trasparente, ilustradas ambas. Cinta marcadora. Muy bueno, PERFECTO ESTADO.
400 pp + 16 laminas con fotos en b/n. 15,5 X 22,5 cm.

ISBN 10: 8467004045

ISBN 13: 9788467004045


Puede consultar disponibilidad en el correo:  
librerialibropasion@gmail.com



   Goya mantuvo desde niño una relación con su "amigo del alma" Martín Zapater Clavería, que fuera compañero de estudios, a quien escribió al menos 150 cartas, donde no hablan tanto de política y acreditan que sostuvieron una relación afectiva muy intensa que infunde, hasta donde se puede conocer porque faltan cartas personales que eliminó el sobrino de Zapater, una profunda relación amorosa que perduró hasta el fallecimiento de su amigo querido. También se le atribuye un romance con la duquesa de Alba a la que pinta en estado de gracia pero de quién estaba embarazada era de Godoy.   


   En 1793, Francisco de Goya contrajo una enfermedad que daría un vuelco tanto a su vida como a su carrera. Mientras estaba de viaje en Andalucía comenzó a sufrir fuertes dolores de cabeza, alucinaciones, vértigos o dificultades para caminar, entre otros síntomas que terminaron por provocarlo una completa sordera.
 

   Literatura, historia, filosofía, poesía, ensayo, crítica, amor apasionado, caricatura insultante, confluyen en la vida y obra de Francisco de Goya. Brillante para ingresar en la Academia y personificación de la pérdida de juicio, tradicional y revolucionario, evidente y a la vez un puro enigma, entre sus monstruos él fue el mayor de todos.

                            
Autorretrato en el Museo del Prado


    José Antonio Vaca de Osma nos descubre en esta obra lo más íntimo de la personalidad de Goya, reflejada en su vida intensa, en sus pasiones y en sus depresiones, en sus glorias y en sus fracasos, en los palacios reales, en las plazas de toros y a orillas del Manzanares. Con Josefa, con Cayetana, con Leocadia. En Piedrahita, en Doñana, en Chinchón y en Burdeos. A través de cinco reinados: los de Fernando VI, Carlos III, Carlos IV y Fernando VII, y con la guerra de la Independencia como fondo de su etapa de esplendor. 


 




    Su fabulosa obra convierte a Goya en uno de los grandes genios de la Historia de Occidente. 
 Resulta desconocido para muchos que una parte de los cuadros de Goya no son tal y como les proyectó el autor. En Saturno devorando a sus hijos la cabeza es una restauración porque no se extrajo toda la pintura que ejecutó en la Quinta del sordo donde vivía el pintor -nombre previo a su llegada-, y es rematada por Martínez Cubels. Saturno representaría la vuelta del absolutismo y no devora a un hijo sino a una mujer que sería el liberalismo.


    De igual modo en Duelo a garrotazos los hombres tampoco se encontraban enterrados en la representación original. 
                



   Con la entrada de Los cien mil hijos de san Luis y la llegada de los absolutistas que reprimieron a los liberales, entre los que se cuenta Goya, por lo que el artista se exilió en Burdeos no sin antes dejar representado su visión de los hechos.


Las pinturas negras que se encuentran en el Museo del Prado también fueron arrancadas de las paredes



  Recientemente Carlos Foradada ha publicado Goya recuperado en Las pinturas negras y El Coloso, en la editorial Trea. Pinturas que se veían como la vejez del propio autor mientras que el investigaor las interpreta como la producción de un pintor moderno y vanguardista que hace una visualización psicológica de la lucha entre liberales y absolutistas. Para ello se basa en las fotografías que Jean Laurent realizó en 1784 precisamente para la restauración y comprobar lo mal que se restauraba como ocurrió con las pinturas de la Quinta del sordo. 

                                  



   El coloso es el espíritu que nos protege del invasor.

   

   El final de Goya encierra su última clave enigmática. En la exhumación de su tumba en 1888, con la intención de traer sus restos a España, se comprueba que estaba decapitado mientras quedaban restos de su sombrero característico pero faltaba la cabeza. Según se sospecha se extraería para el estudio de la fisonomía en la interpretación de la genialidad del pintor. La calavera acabó en el estudio de Dionisio Fierro quien lo pintara en 1849. Se considera que el cráneo estalló cuando su hijo estudiaba con gases en prácticas de medicina. 



 Recomendamos la película Goya en Burdeos, dirigida por su paisano aragonés Antonio Saura; y Los fantasmas de Goya por Milos Forman.




Y pinchar en la entrada a nuestro blog:

LOS DESASTRES DE LA GUERRA, GRABADOS POR GOYA




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