domingo, 17 de febrero de 2019

EL LENGUAJE DE LAS CIUDADES, Deyan Sudjic




«Para dar sentido a una ciudad,
 hemos de saber algo acerca de las personas que viven en ella
y de la gente que la construyó.
 Es necesario preguntarse cómo lo hicieron y por qué





     ¿Sabemos qué es lo que hace que una ciudad sea una ciudad? 
     ¿Es un lugar… o una idea? 
     ¿Cómo debemos definir la ciudad hoy, tal y como evoluciona en el siglo xxi?




   

                Una ciudad la configuran personas tiene una identidad distintiva, que consiste en mucho más que una aglomeración de edificios; clima, topografía y arquitectura forman parte de lo que crea esa distinción, al igual que sus orígenes. Lo apasionante es que estos elementos no siempre producen los mismos resultados: muchas ciudades tienen un río, pero el Sena es único, parte esencial de lo que hace París distinto de Berlín. Hong Kong es una ciudad comercial, y también Dubái, y Hamburgo, pero son ellas mismas, inconfundibles.                       



Singapur. El mejor escaparate publicitario para atraer inversiones comerciales
         


                    Según Deyan Sudjic una ciudad está constituida por personas y, en la actualidad, debe encontrarse habitada por un millón de personas con una dedicación al sector servicios en detrimento de la actividad agropecuaria que define lo rural o el campo. El autor prescinde de la posesión de título concedido en otro tiempo por la realeza y que ostentan municipios pequeños como Chinchón, Colmenar de Oreja, Aranjuez o Alcalá de Henares, que lo obtuvo en 1687, mientras, la Capital Madrid no lo posee y se enorgullece de ser villa. Segovia históricamente parece que fue una población grande a tenor de la infraestructura de su acueducto en época romana pero nada prueba que fuera así. En una España mesetaria y despoblada, localidades como Ávila, Salamanca, Cáceres..., ciudades Patrimonio de la Humanidad, siempre se han presentado como localidades importantes dentro de la organización política y del espacio que ocupan, por lo que en la antigüedad fueron consideradas civitas.



                Las ciudades son bien distintas si su esencia se debe al comercio comarcal, si han sido creadas por autócratas, si fueron moldeadas por la religión, de origen estratégico militar o producto del arte de gobierno de sus mandatarios.    


              
       Un caso particular son las ciudades universitarias de origen medieval que han generado núcleos urbanos. Alcalá de Henares, Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la proyección de su impulsor el cardenal Cisneros dotó al lugar de infraestructuras donde llegaron a superar los 40 edificios que fueron facultad y residencia de estudiantes, amparados por las órdenes religiosas que se especializaron como base para las distintas regiones españolas          

      El impulso de las ciudades surgió a mediados del siglo XVIII con la revolución industrial. En 1851 la única población que superaba los dos millones de habitantes era Londres, dos veces más que París, su mayor rival. En nuestros días ronda los 8,6 millones de habitantes y con las localidades anexas asciende a los 18 millones. A principios del siglo xx había 16 ciudades con poblaciones millonarias y ahora son cuatrocientas.
    

                  El autor comete el error de incluir en una ciudad  las poblaciones de municipios satélites que, si bien, en algunos casos han sido absorbidas como distritos, como ocurrió con Vicálvaro y Vallecas en Madrid, concede a un Tokio de 9 millones de habitantes la friolera de 40 millones. Los menestrales son imprescindibles y hay poblaciones que se dedican a abastecer a las ciudades importantes. Meco en otros tiempos se convirtió en la panadería de Madrid.

                   Hay ciudades que han sido fundadas por un mandatario déspota como el presidente turco Recep Tayyip Erdoga que lleva la capitanía de Turquía a Ankara y crea controversias en Estambul al crear mezquitas y modificar los usos dados a Santa Sofía que pasa de Museo al de templo. Stalin demolió la basílica de la iglesia ortodoxa del Cristo de San Salvador que se terminó en 1880 con las rupias donadas por los campesinos para conmemorar la victoria rusa sobre Napoleón. El dictador quiso proyectar el Palacio de los Soviets que se elevaría en 500 m.
                


                     Los Juegos Olímpicos de 1968 impulsaron a la Ciudad de México con la construcción del metroBarcelona ve transformar el barrio chino y la destrucción del barrio obrero de Poblenou en su proximidad al mar para planificar una ciudad moderna que impulsa en las olimpiadas de 1992 con una imagen internacional y turística de la ciudad Condal. 

                  Detroit es una ciudad portuaria donde se fabricaban la mayor parte de los coches y que a raíz de la crisis y el abaratamiento de la mano de obra que traslada la producción a lugares ventajosos que desmantelan la ciudad. Jane jacobs en Lo económico de las ciudades determina el triunfo a las localidades que diversifican sus actividades y son capaces de reinventarse a sí mismas. Hong Kong y Singapur se han tenido que enfrentar al gigante asiático Chino.

                        

         
         Resulta fundamental la implantación de las infraestructuras para la instalación de grupos financieros como en Canary Wharf de Londres, segundo centro financiero de la ciudad.

                            
Las estrellas lumínicas producidas por las ciudades europeas 


                  Otras ciudades se replanifican con el arte y la cultura, como Bilbao a raíz del Museo Guggenheim y Burgos con el Museo de la evolución del Hombre.   




Madrid con las dos torres KIO (izq.) y las cuatro torres business Área (Dcha.)




   
    El diseño y la imagen de nuestras ciudades lo conforman el plano de metro de Madrid, el color de los taxis amarillos en Nueva York, los autobuses rojos de dos pisos de Londres, el plan de ordenación urbana que impide levantar más de cuatro alturas en San Petersburgo... nos hace sentirnos más cómodos con nuestra identidad como barceloneses, moscovitas o mumbaienses.
                               

        Las ciudades tienen que ser sostenibles y comprometerse con la ecología, ofreciendo un paisaje urbano agradable que reduzca los índices de contaminación. El impulso a la movilidad azul eléctrico con planes como el que ofrecen bicis, patines y autobuses "azules" en el proyecto Madrid Centro.




  Deyan Sudjic es el director del Museo del Diseño de Londres. Ha trabajado como crítico para el Observer y el Sunday Times, ha sido editor de Domus en Milán, director de la Bienal de Arquitectura de Venecia y comisario de exposiciones en Glasgow, Estambul y Copenhague. Es autor de varias obras, entre las que destaca La arquitectura del poder, publicada por Ariel donde profundiza en algo que se también se expone en El lenguaje de las ciudades como es la obsesión arquitectónica de presidentes, primeros ministros, alcaldes, dictadores, magnates y otros personajes poderosos y en el endiosamiento de los arquitectos que se han puesto a su servicio. Una mirada ácida, rebosante de anécdotas sobre la arquitectura convertida en representación del poder y arma propagandística, y una reflexión crítica y polémica sobre las relaciones –interesadas, turbias, tensas- entre los arquitectos y los poderosos lo largo del convulso siglo XX, y sobre los excesos de la arquitectura moderna, representada por los creadores como Le Corbusier, Albert Speer, Philip Johnson, Norman Foster, Frank Gehry, Yung Ho Chang, Arata Isozaki, Reem Koolhaas, Daniel Libeskind.
Hong Kong


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