sábado, 4 de julio de 2020

LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA: 1885 UN AÑO DE HISTORIA VIVA

230 GRABADOS SACADOS DE 
 LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA
Editorial: ERISA. 1982 - 225 pp., 22 x 29 cm. 12,00 €
Puede consultar disponibilidad en el correo:  
librerialibropasion@gmail.com

   La Ilustración española y americana comenzó a editarse en 1869  como continuadora de El Museo Universal (1857 y 1869). No sólo aparece la secuencia “año 14” en las indicaciones de su número 1, que era la cronológica correspondiente al título que sustituye, sino que este es incorporado como subtítulo. La revista seguía el modelo de prestigiosas publicaciones europeas como las francesas L'Illustration o Le Monde Illustré, Illustrirte Zeitung de Alemania o la italiana La Illustrazione Italiana.



 Acorde a la imagen que los viajeros extranjeros transmitieron de España.
Despedida del contrabandista. García y Ramos 

   En su cabecera también se presentaba como «Periódico de ciencias, artes, literatura, industria y conocimientos útiles». Fue fundada en 1869 en Madrid por Abelardo de Carlos, que fue su director hasta 1881, momento en que le sucediera en la dirección su hijo Abelardo José de Carlos y Hierro.
                 

Villa de Guadalupe, México. Foto sobre dibujo de Nao. También se abordó iberoamérica

   A la manera de un noticiario cinematográfico, se reflejaba a lo largo de sus páginas los acontecimientos más notorios, tanto en España como del resto del mundo. Las ilustraciones del presente post se corresponden con las imágenes aparecidas en la publicación durante 1885. Cuando todavía no se vislumbraba la independencia de las últimas colonias americanas. 



La vivisección, cuadro alegórico de la escuela alemana contemporánea
    La variedad de temas provocó que entre los artistas colaboradores se desarrollasen especializaciones como ocurriría con Daniel Perea (como retratista de reyes, militares, políticos, artistas, intelectuales, eclesiásticos, científicos o personajes de la alta nobleza) o de José Luis Pellicer, precedente de los reporteros gráficos del siglo XX, enviado especial en la guerra carlista (1872-1876) y la guerra ruso-turca (1877-1878), además de corresponsal de las principales revistas ilustradas europeas.


                           
   Entre los escritores sobresalientes que colaboraron en ella puede citarse a literatos como José Zorrilla, 
Ramón de Campoamor, Juan Valera, Leopoldo Alas Clarín, Valle-Inclán, Miguel de Unamuno, Emilia Pardo Bazán ​o políticos y periodistas como Emilio Castelar, Ángel Fernández de los Ríos, Peregrín García Cadena, Manuel Cañete, José Velarde, Miguel Rodríguez Ferrer, Patrocinio de Biedma o Francisca Sarasate, Manuel Fernández Cuesta, Manuel Fernández González, José de Castro y Serrano o Francisco Pi y Margall, entre otros. 

1885 se oscurece con la muerte en París de Victor Hugo

   El semanario se caracterizó por la profusión de ilustraciones representando variados aspectos de la vida cotidiana de España y de los países hispanoamericanos, donde también tuvo difusión. Ello la haría «auténtica escuela de maestros gráficos», dibujantes y grabadores, con Bernardo Rico y Ortega como responsable del diseño de la revista, director artístico y jefe de los talleres de Rivadeneyra, tarea de coordinación en la que le ayudaron su hermano Martín, Arturo Carretero Sánchez o Tomás Carlos Capuz Alonso, asimismo pintores, dibujantes y/o grabadores como el valenciano Francisco Pastor Muntó. La publicación incluyó con frecuencia grabados realizados sobre fotografías de J. Laurent.

Botín de guerra, cuadro de José Gallegos, premiado con medalla de Tercera Clase
De fotografía de Laurent
Sevilla, fraternalizando a la guardia civil
 con el pueblo, Comba 

   La larga lista de maestros gráficos incluyó pintores como Alejandro Ferrant, Enrique Simonet, Juan Comba, Valeriano Domínguez Bécquer, Isidro Gil y Eduardo Sánchez Solá; o ilustradores y humoristas como Francisco y Daniel Ortego, Tomás Padró, Félix Badillo, Manuel Alcázar, Domingo Muñoz Cuesta, Alfredo Perea o Mariano Pedrero. A ellos hay que añadir los nombres de algunos corresponsales gráficos en provincias, entre los que destacaron José Riudavets, el barcelonés Manuel Obiols Delgado, el sevillano Ramiro Franco Pacheco o el valenciano Castells, entre otros muchos. 


Ante el palacio Foscari.(Venecia), Ricardo de Madrazo



Canovas del Castillo y Robledo
 visitan el hospital de coléricos en Murcia
dibujo in situ de Alcázar
     Con independencia política y estricta neutralidad en la lucha partidaria, dará cabida al mismo tiempo a todas las ideas, a la vez que incorporará y desarrollará la información de actualidad, que entonces se le denomina de sucesos, pero que alcanza a todos los acontecimientos: no sólo las catástrofes, guerras o revoluciones, sino a los hechos políticos, militares, institucionales, académicos, artísticos, científicos, culturales, sociales o históricos. 


Cortejo fúnebre de Alfonxo XII muerto por tuberculosis en 1885

  


Cante Hondo, Joaquín Araujo


    Entre sus secciones se encuentran: Crónica general (firmada por José Fernández Bremón y que mantiene a lo largo de su vida); Nuestros grabados (descripción de los mismos); Artículos científicos (de filosofía, botánica, zoología, física, química, astronomía o técnica); Actualidad (acontecimientos políticos y sociales, nacionales e internacionales); Narraciones varias y Álbum poético (textos de creación literaria, narrativa o dramática, de autores como Alejandro Larrubiera, Alejandro Sawa, Ramón María del Valle Inclán, Antonio Grilo, Manuel del Palacio, Ricardo Sepúlveda, Salvador Rueda, Manuel Reina, Manuel Navarrete, Luis Gabaldón, Javier de Burgos, José Zahonero, Eduardo de Lustonó o Eduardo Zamacois, entre otros); y Libros. Publicará frecuentemente crónicas parisienses y otras bajo el epígrafe Por ambos mundos, y tendrá también secciones de crítica literaria, pictórica, musical y teatral.

Un café flamenco en Sevilla, cuadro de García y Ramos
Alberth Ynais
                  


 También destacará la publicidad o anuncios comerciales que inserta, especialmente los de higiene personal o los productos médicos. Será una publicación para suscriptores, y dado su precio, dirigida a las clases burguesas, altas y cultas, quienes a través de sus páginas obtendrán un conocimiento ilustrado mundial.


Exposición Universal de Amberes, inaugurado el 2 de mayo de 1885


   Al poco tiempo de su aparición alcanzó ya los 2.000 ejemplares, una tirada inusitada en aquél tiempo para este tipo de publicaciones, a la vez que tuvo que competir durante los dos primeros años con La ilustración de Madrid (1870-1871). Pero el éxito de la revista de De Carlos terminó por absorber a la puesta en circulación por su rival Eduardo Gasset y Artime –propietario también del diario El imparcial- , que había sido puesta bajo la dirección de los hermanos Valeriano (1833-1870) y Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870), quienes aún tendrán tiempo, al igual que otros, a pasarse y colaborar en la revista de De Carlos. 


La siesta, Ruidavets


   El éxito de esta responderá a tres cualidades: a un exquisito cuidado en la utilización de las técnicas tipográficas y de impresión, al impulso y desarrollo del uso informativo del elemento gráfico y a la incorporación de relevantes colaboradores literarios y artísticos y a su gran formato, que será similar al de los diarios, con entregas de dieciséis páginas, compuestas a tres columnas, y a la edición de suplementos, en donde resaltarán sus ilustraciones a toda plana y doble página. 



San Joaquín y santa Ana, padre y madre de nuestra señora, para la Virgen de la Caridad en Illescas

   Nace semanal, a partir del cinco de agosto de 1870 será decenal y después aparecerá los días 8, 15, 22 y 30 de cada mes. La revista empezó a ser estampada en la Imprenta de Gaspar y Roig y después en la de Tomás Fortanet, hasta que pase a la de Rivadeneyra, que De Carlos adquirirá para constituir una de las principales empresas tipográficas y editoras más importantes del último tercio del siglo XIX español.
La venganza de las flores, Gustavo Wertheimer
   En las páginas de esta revista, la estampación del grabado de madera alcanzará su madurez y culminación, dando cabida a los dibujos realizados a pluma o lápiz, siendo el pintor y dibujante Juan Comba (1852-1924), tras su incorporación a su redacción en 1872 -en la que permanecerá hasta 1907-, el gran introductor, artífice y perfeccionador del género artístico-informativo, comenzando a realizar, desde 1880, fotografías como auxilio de sus ilustraciones a lápiz, publicando también reportajes y utilizando técnicas como la del medallón (especie de zoom), siendo por ello considerado el primer periodista gráfico español y el más fiel cronista y reportero de la Restauración. 


Lupa zoom en composición de Ruidavets sobre recuerdos de Segovia
                        
   Mientras que la información ilustrada del extranjero fue adquirida y procedía de los clichés de las principales revistas francesas o inglesas, la elaboración de la española devino en la formación de una auténtica escuela de maestros gráficos, entre dibujantes y grabadores, y al frente de estos estuvo Bernardo Rico y Ortega (1825-1894), responsable del diseño de la revista, director artístico y jefe de los talleres de Rivadeneyra, acompañado por su hermano Martín (1833-1908), de Arturo Carretero Sánchez (1852-1903) o de Tomás Carlos Capuz Alonso (1834-1899), todos ellos también dibujantes y grabadores. 



El viudo, dibujo original de M. Reeder


  Entre los pintores figuran Alejandro Ferrant (1843-1917), Isidro Gil (1843-1917), Enrique Simonet (1866-1927) y Eduardo Sánchez (1869-1949); el también pintor y humorista gráfico republicano Francisco Ortego (1833-1881), o Tomás Padró, Félix Badillo, Manuel Alcázar, Domingo Muñoz, Manuel Domínguez, Daniel Ortego o Mariano Pedrero. A los que se unió una auténtica red de corresponsales gráficos en provincias, entre los que cabe citar al barcelonés Manuel Obiols Delgado (c. 1860-1911), el sevillano Ramiro Franco Pacheco, el valenciano Castells y José Riudavets (1840-1902), entre otros muchos.


Los ingleses en Sudán. Stanley Berkley

   Tampoco se descarta la adquisición de ilustraciones tomadas del natural, como la que mostramos, a Pictorías World de Londres que tenía enviados en sus colonias.

   Otras veces se aprovechaban los autores locales para tomar las escenas de los desastres como el caso del terremoto de Alhama en Granada.
       


C/ Alta de mesones en Alhama, in situ por Sr. Medina
      
   Para la estampación de sus grabados utilizó la xilografía y, según Gómez Aparicio (1971), se caracterizó también por la innovación en el empleo de la zincografía, como técnica que reemplazó la madera por el zinc. Su primer fotograbado apareció pronto, el 2 de septiembre de 1883, y su primera fotografía en color (tricomía) el 22 de de diciembre de 1888. La aplicación de la técnica del fotograbado durante los últimos años del siglo coincidirá con el máximo esplendor de la revista y sus tiradas más abultadas. Así como en los pies de los grabados de los dibujos tomados de fotografías era norma en la revista expresar el nombre del fotógrafo, hasta 1910 no aparecerán los nombres de estos en los fotograbados.
                        
Bebedores de cerveza, cuadro de Román Ribera, foto de Laurent


   A partir de 1881, el hijo del fundador, Abelardo José de Carlos Hierro (1848-1910), había empezado a dirigir la revista, sucediéndole en la dirección, en 1898, su cuñado Alejandro Moreno y Gil de Borja (1850-1931).  En 1914, iniciará una segunda época, cuando el industrial vasco Rafael Picavea, propietario del periódico donostiarra El pueblo vasco, adquiere la empresa editorial, y Wenceslao Fernández Flórez es nombrado redactor-jefe. Con el nuevo siglo, la revista había comenzado a experimentar una decadencia que se prolongaría durante dos décadas. 


Una partida empeñada, dibujo original de Llovera
                                            
Comba en cámara mortuoria

   Entre las causas de su definitiva desaparición se encuentra el agotamiento de un modelo periodístico que se había sumido en la rutina y quedado periclitado frente a nuevos títulos que, a partir de la última década de la centuria decimonónica, empezaron a surgir para renovar la prensa gráfica española, que irá sustituyendo el dibujo (que quedará al final relegado a lo artístico) por la fotografía de actualidad y, en definitiva, el nacimiento y desarrollo del fotoperiodismo y el reportaje fotográfico que ocuparán su lugar, como Estampa. Según la estadística oficial, en 1920 La Ilustración española y americana tenía una tirada de 2.000 ejemplares frente a los 100.00 de Blanco y negro (1891-2000), los 75.000 de Nuevo mundo (1894-1933), los 120.000 de Mundo gráfico (1911-1938) o los 60.000 ejemplares de La esfera (1914-1931). Aún así, la vida de otra de las revistas que había dado lugar a la creación de la empresa editorial de Abelardo de Carlos, -La moda elegante ilustrada (Cádiz: 1849) y que en 1870 había trasladado a Madrid- prolongará su publicación hasta 1927.

Dibujo de Alejandro Ferrant

   Uno de los temas más abordados por la demanda e interés de los lectores fue la monarquía y, cómo no, la muerte por tuberculosis de Alfonso XII ocupó una secuencia con todo el recorrido desde el Pardo, pasando por la Florida hasta El Escorial.


Llegada a la Lonja de El Escorial por Alcázar



Puede consultar disponibilidad en el correo:  
librerialibropasion@gmail.com


     Recomendamos pinchar en la entrada a nuestro blog sobre otra importante revista ilustrada que con el fotoperiodismo sucede a la que hemos mostrado:
                  

ESTAMPA DE CASTILLA Y LEÓN

 (1928-1936)







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