El Supemo ha desestimado el testamento de Camilo José Cela que concedía la herencia Universal a Marina Castaño, su segunda esposa, en favor de su único hijo legítimo Camilo José Cela Conde. La Fundación Camilo José Cela que integra las sociedades literarias Palabras y Papeles y Letra y Tinta, creadas por su viuda para percibir los derechos de autor de sus obras, deberá indemnizar con 3,9 millones de euros, y la Xunta competar hasta los 5,2 millones
1ª ed.1979, 287 pp. fotos, 21 x 13 cm., 9 € |
La justicia es lenta y desde que falleciera el Nobel y Cervantes español,en 2002, hasta ahora no ha determinado a quién le corresponde la herencia del gallego universal. La parte de Camilo, hijo, era humillante: un cuadro de Joan Miró del que el matrimonio sabía que no era auténtico. Los motivos para ese castigo pueden explicarse con la publicación de Cela, mi padre (1989). En el libro salen a relucir los reproches de un hijo por el desafecto que manifestó su padre, ni tan siquiera en la herencia de no constituir una revancha. El trato personal hacia su hijo contrasta con el dictamen por el que en 1989 se concede a su obra el Premio Nobel:
“por una prosa artística rica e intensa, que, con compasión contenida, crea una visión desafiante de la desprotección del ser humano”.
Padre e hijo echando otro pulso |
En su libro el hijo saca a relucir muchos trapos sucios del escritor, quién aparece descrito como muy interesado. Critica del literato su falta de inspiración o talento y el resultado de su obra lo considera producto de la constancia y el trabajo. La obra de Cela se distingue por complicadas construcciones que nos ponían como ejemplo para el análisis sintáctico de frases subordinadas; y también por introducir en la narrativa española diversos recursos literarios que han marcado la novela contemporánea. La Familia de Pascual Duarte utiliza una técnica epistolar propia del XIX para dar veracidad a unos hechos acaecidos en la España profunda y La Colmena emplea el protagonismo colectivo de la sociedad española de posguerra, que recoge de Manhattan Transfer de John dos Passos.
Para los romanos la persona moría dos veces: primero cuando fallecía y, definitivamente, cuando caía en el olvido de los vivos. Los escritores son olvidados cuando ya no venden y esto puede ocurrir en vida. García Márquez siempre ha sido muy solicitado, lo era antes de morir y aún lo sigue siendo, sin embargo, Cela cayó en el olvido tras el tirón de recibir el Premio Cervantes.
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