sábado, 9 de abril de 2022

LOS GATOS QUE OBSERVABAN A LOS NIÑOS DORMIDOS. PILAR PASCUAL ECHALECU.

Ilustración y texto: PILAR PASCUAL ECHALECU

Editorial: TRAMUNTANA

Plaza de edición: SANT FELIU DE GUIXOLS (GERONA)

Idioma: Castellano, interpretación universal

Encuadernación: Tapa dura

Nº de páginas: 32 pp.

ISBN: 9788418520297

Fecha de lanzamiento: 14/02/2022

Gran formato: Alto: 34,00 cm

Ancho: 27,00 cm



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    La infancia se vive, se pierde, se añora, se anhela... Por eso un niño dormido embelesa. Su sueño nos atrapa, nos refugia. Los mayores recordamos para siempre esa paz en el dormir. En esos instantes ellos hacen perfecto el mundo. Cuando duermen se nos revela un secreto: que la vida sería mejor si lográramos que el mundo se pareciera un poco más a ellos.

    Todos nos hemos sorprendido alguna vez contemplando a un niño que duerme, preguntándonos qué le puede estar rondando por su pequeña cabecita, cómo puede adoptar esas posiciones tan acrobáticas que parecen estiramientos de posturas cirquenses como muestra en una preciosa ilustración que reservamos.


    Las posiciones en los niños cuando duermen que ha descubierto Pilar Pascual rondan lo imposible y se aproximan a lo mágico desde el gato que en la portada recoge su cola en la piernecita de la inocencia de una niña dormida que parece un ángel.

La seguridad de dormir tranquilo

    La tripita de la abuela sirve de confortable almohada al niño. Situaciones donde el yacente se encuentra tranquilo y seguro como para rendirse al sueño. Esas comparaciones con los narradores, gatos callejeros que se hacen los protagonistas y curiosean asomándose por el callejón.

Los gatos se asoman vigilando desde el callejón

    Kim Chi se duerme en Oriente mamando de su madre, como puede ocurrir en cualquier parte del mundo. Todos los infantes tienen nombres particulares de los distintos lugares y razas. Porque la relación madre e hijos es universal, por igual que ese sueño reponedor que nos ayuda a crecer.

    Posiciones particulares en las que nos quedamos dormidos, como agazapados, al caer mientras estamos leyendo en medio de la siesta para recogernos en una posición fetal por ser la originaria, protectora y que ayuda a no quedarnos fríos. La luz que capta la ilustradora es especial al incidir en los infantes de manera puntual con los primeros rayos del día, de la luz que se cuela por la ventana en la penumbra o por la ranura de la puerta entreabierta.  


    La compañía también es compartida con el padre. El sueño se disfruta más en grupo y en familia, donde parece transmitir telepatía y encontrarse sincronizada.


    Pilar Pascual Echalecu es licenciada en Filología Hispánica y Máster en Estudios Avanzados de Edición, completando su formación con estudios de Bellas Artes. Desde sus comienzos profesionales reparte su tiempo entre la ilustración y la escritura, tareas que a veces compagina en sus publicaciones. Ha escrito e ilustrado numerosas obras dentro de la literatura infantil y juvenil, entre las que destacan la tetralogía `Mundo Sueño´ (La oniromarca secreta, El anillo revelador, El rey Moira y El libro azul) y `De pronto una estrella´. Ilustraciones para muchos libros como la serie del inspector Víctor Ross o `La Tierra sin mal´ de Jesús Sánchez Adalid. En lectura para adultos, se encuentran dos biografías publicadas en España, Italia y Francia sobre dos mujeres únicas que son Colette y Lise Meitner.


    La autora  malagueña no se ha caído de un guindo y ha trabajado con enorme éxito el texto e ilustración del libro infantil y juvenil y ha mostrado la visión de la novela gráfica `La ruta infinita´, el homenaje de la primera vuelta al mundo por Magallanes y El Cano, del historiador José Calvo Poyato. Como se suele decir: "no ha perdido el tiempo en el confinamiento" pues también ha lanzado una novela con una trama interesantísima, donde una hija descubre que la han ocultado durante treinta años la muerte de su madre, en 1918, por enfrentarse a las normas establecidas en `El viento que sopla salvaje´, editado por Espasa. La autora reconoce la repercusión en su obra de la relación con su madre y de la maternidad, que lo reencuentra en `Los gatos que observan a los niños dormidos´. En ambos trabajos se muestra la siesta como algo importante, una parada del tiempo. Sus dos últimas obras resultan muy intimistas, partiendo desde la mirada privilegiada de una observadora con un gusto particular de ilustradora muy detallista.


Los gatos mimetizan posturas de los niños cuando sueñan en posturas de gatos


    La editorial Tramuntana ya nos sorprendió en su día con `La gran fábrica de las palabras´ donde jugaba con las tipografías y, ahora, vuelve a enternecernos con este gran álbum ilustrado de trazos hiperrealistas y tintes cálidos donde, por cierto. las letras temblorosas despiertan sensibilidad.


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    Recomendamos la entrada a nuestro blog con el libro que muestra algunas similitudes:

 MAMÁ: HECHO CON EL CORAZÓN

HÉLÈNE DELFORGE y QUENIN GRÉBAN 




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