jueves, 7 de abril de 2022

RASTREANDO EN LAS CLAVES CULTURALES DE RUSIA ANTE EL CONFLICTO CON UCRANIA

LA REVOLUCIÓN CULTURAL

            Aunque a muchos les pueda parecer extraño, el genoma humano demuestra la propagación del cromosoma Y R1b que los Yamnaya de Rusia y Ucrania desplazaron a Europa con la cultura de ánforas Globulares, las cerámicas de Cuerdas y los kurganes. La noticia saltó desde los científicos a la difusión de los periódicos con la incredibilidad de los mortales que no entendemos racionalmente una dominante tan fuerte por línea paterna de los pobladores de las Estepas, que se remonta 15.000 años, cuando estos individuos cruzan el Cáucaso, donde se mezclan con los Y R1a, formando así la cultura indoeuropea. Hace 4.500 años los nietos de Gengis Khan invadieron Centroeuropa, con evidencias de ser bajo un tremendo potencial de hombres de la guerra que conocían la rueda integrada en el carro de combate tirado por caballos, armas metálicas de ataque bastante sofisticadas como hachas y protecciones con escudos con los que impusieron su poderío por la actual Europa. Se mezclaron  bajo el substrato con hembras autóctonas, aunque impusieron los modos de enterramiento en túmulos y la lengua protoindoeuropea. Las corrientes migratorias celtas diseminaron el resto.



EL BAILE DE NATACHA: 

UNA HISTORIA CULTURAL RUSA*

 ORLANDO FIGES 

Editorial: EDHASA

BARCELONA, 2006.

Encuadernado en tapa dura.

832 pp., +16 pp., fotos color, 16 x 23  cm.

ISBN: 9788435026574

Traductor: EDUARDO HOJMAN


    El título de esta obra procede de una escena de `Guerra y Paz´ en la que la aristocrática heroína, la condesa Natacha Rostov, se siente de pronto subyugada por el ritmo y la belleza de un baile popular ruso, al que su tío la anima a unirse, en una fusión de dos mundos completamente distintos: la cultura europeizada de las clases superiores y la cultura rusa del campesinado. Tolstoi nos muestra que, por muy alejado que esté de las clases populares y por mucho que haya sido educado uno en el extranjero, en lo más profundo de su corazón: "un ruso siempre será un ruso".

   * La traducción del subtítulo no es del todo exacta pues el original `A cultural history of Rusisa´ se ha traducido por `Una historia cultural rusa´ en la edición castellana cuando sería más correcto "Una historia cultural de Rusia".

Chamán buriato con tambor y caballo de palo. 
Se asemeja a botargas y cachidiablos peninsulares

    Orlando Figes explora con agudeza y expone con talento los rasgos que mejor definen la cultura rusa, y los vínculos entre el folclore y la alta cultura, mediante un viaje fascinante que lleva al lector del esplendor del San Petersburgo del siglo XVIII al auge de la propaganda estalinista, de la artesanía popular a los rituales mágicos de los chamanes asiáticos, de la poesía de Pushkin a la música de Mussorgsky y las películas de Eisenstein, recreando la vida y los avatares de una impresionante galería de personajes entre los que figuran aristócratas y siervos, revolucionarios y exiliados, sacerdotes y libertinos. De este modo, el ensayo de Figes acaba por convertirse en una extraordinaria investigación acerca de la identidad nacional de uno de los países más complejos e híbridos del planeta. Un libro original en sus planteamientos.

Grupo de personas de Komi con su atuendo típìco

    Orlando Figes analiza con detenimiento el panorama cultural entre finales del siglo XIX y las vanguardias para centrarse específicamente en las relaciones entre la alta cultura, notablemente influenciada por las costumbres, el arte y la literatura franceses, y el folklore tradicional. Mediante el análisis del diálogo entre un ámbito y otro en el campo de la música, la pintura, la literatura y el resto de las artes, Figes explora qué es lo esencialmente ruso y cómo se crea la conciencia de la identidad cultural rusa, algo realmente complejo tratándose de un país enorme, complejo y heterogéneo.


Venetsianov: En el campo arado, primavera (1827). La mujer trabajo los campos.


     El profundo conocimiento de la sociedad y la historia ruda de la que el autor hacía gala en "La Revolución Rusa", vuelve a salir a la luz aquí en un ensayo en el que la pericia, la habilidad y el talento narrativo alcanzan altas cotas tanto en el campo de los estudios de historia como en los de historia del arte. 

     En el presente post vamos a sintetizar los contenidos del primer capítulo: La Rusia europea.


Benjamin Paterson: Vista de la gran parada en el palacio de Alejandro I,
San Petrsburgo (1803)


     Los antiguos "rus" padecían un inmenso atraso debido en gran parte a la ocupación de los mongoles hacia 1230 que perduró hasta el siglo XV. Mientras en Europa brota el Renacimiento Rusia se encuentra aislada y contaminada durante tres siglos por las costumbres de la ocupación de los tártaros y Kiev se encuentra vinculada a Bizancio, como se aprecia en las cúpulas encebolladas de oro y los pantocrator iconografiados. Se vestía como los mercaderes y los campesinos y los nobles rusos de la era mosovita 1550-1700 no eran terratenientes sino que sirven a la corona. Las familias principescas tuvieron el suficiente poder económico y militar como para liberar a Rusia de los kanes mongoles. 


Vasily Surikov: Morozova, la esposa del boyardo (1884)

 

   Las dinastías más ricas de la aristocracia habían apoyado la cumbre del Estado zarista durante su expansión territorial entre los siglos XVI y XVIII y en contraprestación habían sido recompensados con dotaciones de tierras en el sur de Rusia y Ucrania. Eran los Sheremetov, Stroganov, Demidov, Davydov. Vorontsov y Yusupov. La Rusia imperial iba rezagada respecto a Occidente. Pedro el Grande introdujo el calendario occidental frente al juliano, trece días adelantado respecto al gregoriano y que consideraba la creación de Adán en el año 5509 a.C.


 

   En el siglo XVIII,  Pedro el Grande se propone conquistar los gélidos territorios nórdicos de los vikingos. A la manera ancestral de los celtas, interpretando el vuelo de las aves, toma la trascendental decisión de ocupar el río Neva en Kiev, elección sumamente arriesgada pues están habilitando terrenos pantanosos y para ello precisaron de una labor constructiva faraónica. Se ven obligados a traer rocas, empleando una inmensa mano de obra con la intención de elevar una y otra vez el terreno con escombros para hacerlo firme. Siguieron el modelo de los diques holandeses y el paisaje de los canales venecianos para lo que se sirvieron de arquitectos extranjeros.

Trajes moscovitas, grabado 1669

    El segundo hándicap que tuvo que superar Pedro el Grande fue el de educar y enseñar modales a una población analfabeta hasta en sus clases nobles. Como detalle de su comportamiento, mostraron un tremendo salvajismo en la visita diplomática del zar a Inglaterra, cuando en la residencia donde se alojaron durante tres meses destruyeron el césped, el mobiliario y se emplearon los retratos de la familia real como diana para tiro al blanco. Pedro el Grande ordenó a todos los boyardos que reemplazaran sus caftanes por un estilo occidental. Obligó también, que se cortaran la barba, tradición símbolo de santidad; intentó, sin conseguirlo por encontrarse muy arraigada, que se suprimieran los baños curativos en vapor o banya (que recuerda los baños celtas en piedras fermosas en el norte peninsular como atribución de fuerzas) por ser el lugar de desenfreno de pasiones amorosas, donde se encontraban los enamorados antes de casarse, e implanta entre la aristocracia el gusto por la cultura e idioma francés.

Gérard de la Barthe. Banya, baños curativos de vapor (1790)

    La mujeres aristócratas adquirieron una gran cultura, aprendiendo idiomas mientras se desprestigiaba el ruso, que era penalizado hasta el castigo si lo empleaban los infantes de los nobles a cargo de institutrices franceses, como se describe en `Ana Karenina´. Los escritores nacionales no se podían permitir vivir de su producción en el siglo XVIII, pues la inmensa mayoría de las publicaciones que se hacían eran extranjeras, principalmente francófonas, traducidas por rusos con la complejidad de poder adaptar al ruso términos afrancesados desconocidos. Entre los pocos autores nacionales destacan el patriota Pushkin y Gogol.

    Detengámonos por su importancia en los Sheremetov, que como vimos se encuentran entre los nobles que se beneficiaron de los servicios prestados a la corona, que ganaron una gran fortuna con el comercio y eran dueños de inmensos territorios de 800.000 hectáreas y con un potencial que se estima en un millón de siervos. Fueron mucho más ricos que cualquier noble inglés. En 1743 Pyotr Sheremetev casa con Varvara Cherkaskaya, adquiriendo una importante herencia en Moscú. Importaban muchos productos de lujo del extranjero y levantaron palacios como el de las Fuentes en San Petersburgo, donde empleaban a un millar de personas. Pusieron en práctica el mayorazgo por el que heredaba la mayor parte de la riqueza el primogénito varón. Su vida se recrea en los folletines teatrales que paradójicamente se representaba en el mismo palacio, al enamorarse el conde de la primera cantante Praskovya, con la que mantuvo una relación extramatrimonial en la década de 1790, amor en secreto debido a los prejuicios sociales y de clase. Por mayor romanticismo, ella murió de tuberculosis no sin antes concebir un hijo al que Sheremetev le consideró heredero.

Nikolai Argunov: Retrato de Praskovya Sheremeteva (1802)

    Catalina la Grande escribía obras de teatro al estilo francés para el Ermitage del Palacio de Invierno y el Teatro Chino de Tsarskoe Selo. La esposa de Pedro liberó de obligaciones a los nobles, lo que propagó la cultura. A finales del XVIII y principios del XIX había teatros de siervos en 173 haciendas, así como orquestas para ellos en trescientas. Los Shepelev, los Tolstoy y los Nachokin poseían grandes compañías de teatro formadas por sus siervos y dispusieron teatros que seguían el estilo de la corte. El teatro de los Sheremetev fue el primero en Rusia en montar un ballet independientemente de una ópera y de representar éstas en ruso.


Perov Turguéniev: Cazadores descansando (1871). Nada nuevo en los campos del Señor.

     Los primeros compositores rusos manifestaron influencia del estilo italiano que estudiaron con profesores italianos. Berezovski estudió con Mozart en la escuela del padre Martini. Aunque parezca irónico fue el veneciano Catterino Cavos el pionero en la ópera nacional rusa. 

Citara tradicional

     La religión ortodoxa se mantuvo alejada de la occidental. Respecto a los libros sagrados, hasta 1870 no se tradujo al ruso la Biblia, tan solo se conocía un `Salterio´ y el `Libro de las Horas´. Tolstoi no tuvo ninguna educación religiosa de niño y la familia de Turguéniev despreció hasta la ortodoxa por ordinaria y que se prodigaba entre los campesinos. Los iconos no obstante eran la representación de las creencias populares.


Palacio de Tolstoy. En primer plano, las casas de sirvientes y campesinos a su cargo



Guardas del libro. Cúpulas encebolladas y revestidas en pan de oro, al estilo de Bizancio



    La ocupación francesa de Napoleón a Rusia en 1808-1812 militariza a un contingente de campesinos patrióticos. Los moscovitas no dudaron en quemar su capital para alejar al invasor. En la II Guerra Mundial los alemanes van a enfrentarse a un potencial ejercito soviético que cuenta con el frío como aliado. Las atrocidades que los rusos sometieron supuso el ajuste de cuentas que pagaron las mujeres alemanas con su honra ante la desventura del atrevimiento invasionista nazi.

 Stalin tuvo muy claro que no podía tocar la cultura y protegió a los autores rusos.

                  

     Margaret Macmillan en `La Guerra, cómo nos han marcado los conflictos´ (Taurus, 2021) hace un recorrido a lo largo de la historia, donde podremos considerar que el hombre es beligerante por naturaleza, por lo que debemos domesticar su instinto salvaje y no provocarlo. Un trabajo coincidente con las conclusiones que extrae Guillermo Altares de sus viajes por Europa en `Una lección olvidada´ (Tusquets, 2018). La guerra entre hermanos es la lección bien recordada en España. En la actualidad, Rusia no quiere perder el antiguo territorio de Ucrania en lo que fuera la URSS. En las relaciones internacionales los peones campean ante la reina blanca, que dice representar la Libertad, acecha a la vez que se tambalea por el tablero ante la torre roja de China que puede enrocar con el rey negro. Una estrella amarilla se enfrenta a todas las blancas de la constelación azul que intenta mantener el orden y la Paz europea. 



 

Sergei Vashkov (1908). La mujer ave lleva un kokoshnik y sus alas están engarzadas con turmalinas.
Las sirenas pueden parecernos una herencia nórdica,
sin embargo, se encuentra arraigadas en la cultura indoeuropea y celta


Natan Altman: Retrato de Anna Aljmátova (1914)
El arte pictórico ruso se empapa del impresionismo francés
y sus corrientes vanguardistas
 

FROM RUSSIA. FRENCH AND RUSSIAN MASTER PAINTINGS 1870-1925 

FROM MOSCOW AND ST PETERSBURG-ROYAL ACADEMY OF ARTS 

De Rusia: Pinturas maestras francesas y rusas 1870-1925 de Moscú y San Petersburgo.  

Fotografiado por Marco Leith

Londres, 2008

Tapa dura con sobrecubierta ilustrada.

320 pp., 23,5 x 29 cm

Profusamente ilustrado en color.

ISBN: ‎ 9781905711161




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OCTUBRE 1917-2017, REVISANDO LA REVOLUCIÓN RUSA



Editorial Critica, 2017


UNA LECCIÓN OLVIDADA. VIAJES POR LA HISTORIA DE EUROPA DE GUILLERMO ALTARES




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