MEMORIA EMPAREDADA, LA REPRESIÓN DURANTE LA GUERRA CIVIL EN EL PARTIDO JUDICIAL DE SALAS DE LOS INFANTES, POR JESÚS CÁMARA OLALLA

                          

    Mas aquellos que quisieran saber la verdad de las cosas pasadas y por ellas juzgar y saber otras tales y semejantes que podrán suceder en adelante, hallarán útil y provechosa mi historia; porque mi intención no es componer una farsa o comedia que dé placer por un rato, sino una historia provechosa que dure para siempre.

                                                                                            Tucídides (cita que inicia el libro)

Portada del libro

   

La primera edición se encuentra agotada. Pueden adquirirse bajo demanda:

Si estas interesado/a en informarte y comprar algún ejemplar de la obra de Jesús Cámara “Memoria Emparedada” puedes hacerlo a través del siguiente correo electrónico:

tuvozenpinares@gmail.com

El número de ejemplares a imprimir se corresponderá con la cantidad que se haya solicitado a través del email.

             Cuando parecía que todo estaba escrito sobre la historia de Guerra Civil y que el viento no movería las hojas de los robles serranos, se agita la Memoria de la Guerra Civil en la Comarca de Salas de los Infantes gracias a la constancia en el trabajo de Jesús Cámara Olalla que ejecuta un dossier con la revisión más completa que se ha publicado hasta la fecha sobre el tema. Los archivos han desempolvado sumarios de los expedientes por las causas de la Guerra Civil y así profundizar más en lo que aconteció. Conocíamos que muchos ciudadanos se vieron obligados a tener que cambiar de chaqueta y pasaron a militar en falange o acudir a primera línea de fuego al frente para redimir ideas contrarias al alzamiento para así salvar el pellejo, sin embargo, con el presente estudio vamos a descubrir un bombazo y es que el oficial al mando del puesto de la Guardia Civil, máximo responsable en la represión en la cabeza del partido judicial fue apartado del servicio y condenado a pena de muerte conmutada por prisión.

 Podría parecer que la zona de estudio no tiene nada en particular por tener mucho en común con la represión ejercida en la retaguardia franquista. Estaba poblada por el lobo rojo político y la oveja negra religiosa, especies que quedaron en peligro de extinción bajo la contienda. Una comarca que desde hacía tiempo iba a contracorriente del nacionalcatolicismo y se mostraba protestante en los dos sentidos: el voto izquierdista repuntó en la comarca entre los dos gobiernos de la II República (1931-1936) y la tradición católica entraba en una profunda crisis, replanteando la orden sacramental que dejaba de lado el comulgar con las celebraciones religiosas del bautismo, la ceremonia nupcial y el funeral ortodoxo para pasar a ejercerse bajo un sentido laico.

 Fiesta de Revenga, años 30

     Se examina todo, desde los prolegómenos con los cohetes que chocaron entre los extremos ideológicos en la fiesta del 1º de mayo en Revenga con la pisada de bandera, los conflictos con los jornaleros y su lamentable situación laboral que les obligaba a sindicarse si querían conseguir trabajo en las peonadas de mejora de las calzadas, y se sintetiza el modus operandi de la represión pertrechada desde la cúpula por los ideólogos fascistas.

Los resineros de Hontoria del Pinar se encuentran instruidos,

informados y unidos

         El autor, como buen maestro, ejerce en el estudio de la depuración a la que fueron examinados todos sus compañeros docentes. La educada defensa que mantuvieron éstos ante un juicio preconcebido y la sinrazón. Lo podemos apreciar en Caridad Peraita Linares, maestra en Villamayor de los Montes e hija del médico de Palacios de la Sierra, que fue acusada por la Guardia Civil que «educaba a los alumnos en sentido bolchevique», recriminando que repartiera entre sus alumnos libros y material republicano siendo, como argumenta ella, el único material de que dispuso. En su sinceridad, es de las pocas acusadas que tuvo el valor de reconocer estar sindicada a Trabajadores de la Enseñanza -asunto que conocían por contar con todos los archivos de los afiliados- y, en lo moral, negó que propagara la idea del divorcio. La suspendieron en el ejercicio de su plaza para que se cursara la docencia en los centros nacionalcatólicos donde ella no podría optar a plaza. Al menos salvó la vida, pues la condición incriminatoria se encontraba a un paso. 

    

Pedro Simón Llorente, combatiente Che

        Del centenar largo de paseados en la Sierra destacamos a Pedro Simón Llorente, que apodamos como nuestro Che y no lo decimos porque retornara de Argentina, sino por lo combativo que fue el alcalde de Palacios de la Sierra, encabezando una lucha por la Independencia de Castilla como reivindicación ante el privilegio catalanista, según el Tribunal de Responsabilidades Políticas "prohibió las procesiones y los entierros católicos" cuando, curiosamente, el cura Argimiro Pascual recibía patatas del primer edil que decía que «en su pueblo nadie podía pasar hambre». Tanto fue así, que el párroco encabezó las firmas recogidas para que no le mataran y los vecinos le apreciaban como así nos lo han contado. En el recuerdo, perdura su gran oratoria en los mítines en «pro» de los trabajadores y, como gran conocedor de sus necesidades al haber sido meseguero (guarda de las tierras), levantó casetas en diversos pagos para que los vecinos se resguardaran ante las inclemencias del tiempo y tuvo el valor de publicar un bando en contra del Estado de Guerra, por lo que se vio obligado a ocultarse como topo y huir al monte de maqui. Su fuga es contada con todo detalle en el libro.

Fuerte de San Cristóbal (Navarra)

        Memoria emparedada expone las condiciones de los campos de concentración y las cárceles represoras franquistas abarrotadas con un episodio espectacular que narra la fuga del fuerte de San Cristóbal en Navarra, donde fueron conducidos numerosos serranos junto a vascos, manchegos y andaluces a los que se les aplicó el alejamiento familiar y personal en una prisión de máxima seguridad y penuria. El 22 de mayo de 1938 se produjo una evasión de película cuando diecisiete presos se hicieron con el control de la prisión y abrieron las puertas para que los 2.400 compañeros de presidio probaran la carrera hacia la libertad. De los 795 reclusos que intentaron la fuga una cuarta parte murieron en el intento. Tres de los promotores lograron cruzar los Pirineos, mientras, los otros catorce fueron condenados a muerte en consejo de guerra. Al resto de fugados se les incrementó tan solo en diecisiete años la condena por ser atenuada gracias a que en sus declaraciones alegaron que su fuga obedecía por motivo del hambre.

Presos en el Fuerte de San Cristóbal (Navarra)

     El trabajo de Jesús Cámara es tan objetivo que esclarece el conocimiento de los hechos en un momento crucial de nuestra historia al que el autor ha dedicado largas horas de su vida y disposición para consultar archivos y bibliografía dispersa, tanto, como para constituir el mayor compendio de fuentes y estudios que hay sobre la represión en la retaguardia en el partido judicial de Salas de los Infantes, donde prueba, como gusta decir al autor, que la Guerra Civil sí pasó por aquí. El que dude de la intrahistoria unamuniana debe volver a leer la cita que inicia este post y la Memoria Emparedada.

La primera edición se encuentra agotada. Pueden adquirirse bajo demanda:

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tuvozenpinares@gmail.com

El número de ejemplares a imprimir se corresponderá con la cantidad que se haya solicitado a través del email.

    Por cortesía del autor, pueden descargarse el libro, imprimirlo y guillotinarlo para encuadernar (24 x 17 cm) a través de este enlace.

PRESENTACIÓN EL 11 DE MAYO DE 2022 EN EL EDIFICIO DE SAN AGUSTIN DE BURGOS  

     La contienda de la GC en la comarca de Salas está muy presente en mi publicación porque quise que se difundiera encubierta en una historia local para ocupar el tremendo vacío que existía aún en 2010.

      Se me pide que muestre cómo fue la metodología de mi trabajo y lo haré desde una perspectiva personal y humana, como requiere la represión de la GC.

        Fui consciente de que me encontraba ante los últimos testigos que protagonizaron la represión en la retaguardia y fue prioritario en mi trabajo de campo por todos los pueblos del partido de Salas. La gente me hablaba queriendo reivindicar la injusticia vivida por los represaliados, así me lo decían, mientras que, curiosamente, los hijos de las víctimas fueron más reacios a querer recordarlo.

      La memoria es frágil y subjetiva, por lo que me documenté en los archivos. Empapado en los trabajos de RILOVA, Castro, Espinosa, Moreno y tantos otros autores para establecer el modus operandi de la represión, descubriendo que se encuentra sistematizada. Se incautaron filiaciones de inmediato. Quedé sorprendido al ver en el expediente del maestro paseado de Mamolar tenía subrayado en lápices de colores rojo y azul los reproches que consideraban los golpistas. Aún a sabiendas de que habían sido asesinados pasaron por el TRP bajo acusaciones que provenían de cuatro formularios a imprenta con declaraciones del oficial de guardia, el alcalde impuesto por ellos, el cura y un vecino del pueblo afín a sus ideas. Se percibe que en determinados lugares están escritos por la misma mano o insinuados con idénticas expresiones, siempre por personas de un mismo pensamiento político. ¡IMAGÍNENSE QUIENES FUERON LOS JUECES!

    Soy consciente de la maratón que ha recorrido en solitario Jesús en largas jornadas por frías salas, donde uno se topa con documentos insulsos y burócratas.

     Cuando realizaba mi estudio se encontraba incipiente la Ley de RMH. Para que se difundiera la verdad aporté mis datos de represaliados, corregí equívocos en nombres homónimos de la Sierra, y la localización que conocía de fosas (coincidí con MONTERO y su inseparable detector que permitía no excavar a ciegas). Las exhumaciones me hicieron revivir las escenas de los paseos, por los objetos aparecidos, evocación de sonidos y olores de sepultura en lugares que identificaba por testimonios. Así pude empatizar con SALOMÓN ORTEGA cuando rompió en la fosa de Valdeabejas (uno de los momentos más emotivos que he vivido).

    La importancia del reconocimiento de las víctimas mortales se encuentra en que los desaparecidos dejan de ser fantasmas que pululan sin haber sido despedidos por sus familiares (interpretación que recogí de MATA). Conscientes de la realidad, el problema fue regularizar la situación de las viudas a quienes les costaría restablecer su vida conyugal traumatizada y sin figura jurídica como penitencia y castigo.

A las bajas humanas se sumó la represión económica de las familias que se vieron sometidas a sanciones e incautación de bienes. No se deben menospreciar cuantías y, por el contrario, observar la insolvencia que conlleva el empeño de bienes a precios de saldo que solo podían pagar los vencedores. En el AGA descubrí los informes secretos del gobernador militar que acreditan una concienzuda represión ideológica.

Reitero el agradecimiento a Jesús porque su libro lo siento mío, siendo el libro de todos, un libro necesario que recomiendo no dejen de leer para conocer cómo se fomentó el odio. Memoria emparedada me ha resuelto incógnitas que explican, por ejemplo, cómo se salvaron determinados ediles republicanos en Salas de los Infantes. Porque la muerte en aquellos momentos se encontraba en un paseo, que no siempre estaba escrito. DETERMINADA POR ALGUNOS INCIVILIZADOS CON PODER PARA ELLO

A los represaliados les pido perdón y al resto de asistentes les doy las gracias, especialmente a JESÚS CÁMARA por su generoso trabajo que amplía, corrige y narra, objetivamente, los hechos conocidos hasta ahora.

La primera edición se encuentra agotada. Pueden adquirirse bajo demanda:

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Recomendamos encarecidamente leer el libro y si quieres introducirte en la obra puedes pinchar en la entrada a nuestro blog:

EL GENOCIDIO FRANQUISTA: EXTERMINIO Y REPRESIÓN EN EL SUR DE LA PROVINCIA DE BURGOS

PARTIDO JUDICIAL DE SALAS DE LOS INFANTES.