La primera obra que firma una autora en los inicios de la escritura cuneiforme es la sumeria Enheduanna, aunque ignoremos su nombre sabemos que era hija de la princesa Thaslultum y de Sargón en la ciudad de Ur, entre 2300 y 2225 antes de nuestra era.
En el poema de Enheduanna dedicado a Inanna nos revela a la que “fue la primer teólogo del mundo…
Enheduanna -suma sacerdotisa (Ed), ornato (hedu) del gran dios del cielo (An) |
Reina de todos los poderes concedidos
Desvelada cual clara luzMujer infalible vestida de brillo
Cielo y tierra son tu abrigo
Eres la elegida y sacrificada, Oh tú
Grandiosa por tus galas
Te coronas con tu bondad amada
Suma sacerdotisa, eres justa
Tus manos se aferran a los siete poderes fijos
Mi reina, la de las fuerzas fundamentales
Guardiana de los orígenes cósmicos y esenciales
Tú exaltas los elementos
Átalos a tus manos
Reúne en ti los poderes
Aprisionándolos en tu pecho
Esculpes cual depravado dragón
Con tu veneno llenas la tierra
Aúllas como el dios de la tormenta
Cual semilla languideces en el suelo
Eres río henchido que se precipita bajo la montaña
Eres Inanna
Suprema en el cielo y la tierra.
La diosa madre Naturaleza
Las Matres son deidades que representan a la tierra madre mediante la imagen de una mujer mayor de aspecto joven que porta una cesta de alimentos con frutos, panes, cornucopias, monedas y sostiene a un niño en señal de protección de la fertilidad de los campos, la salud y se relacionaban con las aguas. Una veneración a las “Diosas Madres” potenciada en tríadas divinas de las figuras de Macha o las Morrigan que incorporan los atributos de la sexualidad y la maternidad junto a los de la guerra. El culto a las Matres se extendió por Britania, la Galia, Germania y el Danubio, perviviendo tras la romanización
La tríada Dea Dama, la “Diosa Madre” |
En la mitología vasca se concibe la creencia de la Gran Madre. Mari -también conocida como Maya-, es su representación de las fuerzas naturales que encuentran en la mujer-madre su plasmación con culto a la luna en la antigüedad. El numen divino por antonomasia que puede aparecer metamorfoseada en la naturaleza al atribuírsele las fuerzas telúricas que propician los fenómenos creadores.
Es posible que los celtíberos, al igual que los galos, se consideraran descendientes del dis Pater, dios infernal personificado en la Tierra Madre, de la que nacían y a la que volvían.
Los celtas veneraban a la diosa Dea Dama, “Diosa Madre” que ocupa un lugar supremo al lado del Dios Padre y viene a ser la madre de todas las deidades celtas e hija del Dios Dagda, que es el ancestro familiar del templo celta. Domina las áreas de la fertilidad, la vida y la muerte. En los manuscritos celtas conservados se representa en una triada con el carácter común de la benevolencia:
- Se representa como una mujer diosa (Dana), que va a ser la madre y la fertilidad.
- La segunda fase es la de una muchacha (Brígida) símbolo del amor y la juventud
- Es la de la diosa anciana (Anu), que representa la muerte y la trascendencia.
Epona, divinidad protectora de los caballos (epos); los bosques y montes, donde es la diosa protectora de los jinetes y de los équidos. De igual forma, se encuentra relacionada con la fertilidad y se le considera la diosa de la tierra, tiene el poder sanador de las personas y vínculo con la muerte. La diosa goza de especial aceptación en la cultura celta -también entre galaicos, astures y berones- y se le ofrecen ritos, así como ofrendas. El sacrificio de caballos -bebiéndose su sangre, pues pensaban que las propiedades del animal se les transmitía-, estaba en función de la protección de caballo y jinete; y también iba unido a creencias de tipo astral y de ultratumba.
Belisama, "Reina del Cielo", conforma la tríada más importante en Gales. Relacionada con los lagos, los ríos, el fuego, el trabajo manual y la luz. Julio César la vincula con la Minerva romana, inventora de las artes. Era la diosa del hogar doméstico, patrona de los herreros y artesanos del metal. Tiene poderes curativos, además de la responsabilidad del cuidado del ganado. Se cuelga un casco adornado de una garzota, revestida de una túnica sin mangas sobre la cual llevaba el manto, llamado peplum, que le cubría el cuerpo. Tiene los pies cruzados y la cabeza inclinada sobre la mano derecha como actitud de una persona que medita profundamente. Se daba también este sobrenombre a Juno, a Venus y a la Luna. Belisama es la Brigantia irlandesa, hija de Dagda y patrona de poetas. El primero de febrero es el día de la diosa Brigantia o Dana, que adquiere nuestro interés por ser cuando se veneraban los cultivos y le ofrecían a la diosa los sacrificios de una oveja, un cerdo y un toro semental en un acto similar en las distintas culturas de la Antigüedad para la purificación de los campos.
En lugares determinados de los ríos que eran las puertas al Otro Mundo, se practicaban las ofrendas de armas a la diosa Nadia, protectora de la comunidad y la reencarnación.
Al igual que cuando nos cuestionamos qué es antes si el huevo o la gallina, el dios más importante para los celtas era Lug que entendían tiene un precedente u origen en el germen de la Madre, creadora y diosa de la naturaleza, como resolvieron nuestros antepasados: Lugh también es mujer.
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