domingo, 6 de marzo de 2022

EL JARDÍN DE LA MEMORIA. POESÍAS ESCOGIDAS - ACCENTURE - Ilustraciones de Leticia Ruifernández


 EL JARDÍN DE LA MEMORIA. POESÍAS ESCOGIDAS

Editorial: TF.EDITORES. Accenture, 2007.  

Encuadernado en tapa dura en tela editorial. 

18,5 x 31 cm.. 179 pp. 

Selección y prólogo de Luis Alberto de Cuenca y Alicia Mariño 

Ilustraciones de Leticia Ruifernández 


            

                                


     Un poema se hace eterno cuando lo siguen leyendo las nuevas generaciones y que como hacen los prologuistas en la metáfora en la presentación se vampirizan en la memoria de los lectores que inmortalizando sus palabras.


 

   Los grandes autores del romanticismo que murieron tan jóvenes como Espronceda y Bécquer, las generaciones del 98, del 27 y del 50, que termina con Claudio Rodríguez.   



Yo voy soñando caminos

de Antonio Machado


Yo voy soñando caminos

de la tarde. ¡Las colinas

doradas, los verdes pinos,

las polvorientas encinas!...

¿Adónde el camino irá?

Yo voy cantando, viajero,

a lo largo del sendero...

—La tarde cayendo está—.

En el corazón tenía

la espina de una pasión;

logré arrancármela un día;

ya no siento el corazón.

Y todo el campo un momento

se queda, mudo y sombrío,

meditando. Suena el viento

en los álamos del río.

La tarde más se oscurece;

y el camino se serpea

y débilmente blanquea,

se enturbia y desaparece.

Mi cantar vuelve a plañir:

Aguda espina dorada,

quién te volviera a sentir

en el corazón clavada.

autógrafo


    Ocaso 

de Manuel Machado




A un rico
de José María Gabriel y Galán



¿Quién te ha dado tu hacienda o tu dinero?
O son fruto del trabajo honrado,
o el haber que tu padre te ha legado,
o el botín de un ladrón o un usurero.

Si el dinero que das al porDiosero
te lo dio tu sudor, te has sublimado;
si es herencia, ¡cuán bien lo has empleado!;
si es un robo, ¿qué das, mal caballero?

Yo he visto a un lobo que, de carne ahíto,
dejó comer los restos de un cabrito
a un perro ruin que presenció su robo.

Deja, ¡oh rico!, comer lo que te sobre,
porque algo más que un perro será un pobre,
y tú no querrás ser menos que un lobo.






Vino, primero, pura
de Juan Ramón Jiménez

            


Vino, primero, pura,
vestida de inocencia.
Y la amé como un niño.

Luego se fue vistiendo
de no sé qué ropajes.
Y la fui odiando, sin saberlo.

Llegó a ser una reina,
fastuosa de tesoros…
¡Qué iracundia de yel y sin sentido!

…Mas se fue desnudando.
Y yo le sonreía.

Se quedó con la túnica
de su inocencia antigua.
Creí de nuevo en ella.

Y se quitó la túnica,
y apareció desnuda toda…
¡Oh pasión de mi vida, poesía
desnuda, mía para siempre!









    ROMERO SÓLO
   

    de León Felipe




Ser en la vida romero,
romero sólo que cruza siempre por caminos nuevos.
Ser en la vida romero,
sin más oficio, sin otro nombre y sin pueblo.
Ser en la vida romero, romero..., sólo romero.
Que no hagan callo las cosas ni en el alma ni en el cuerpo,
pasar por todo una vez, una vez sólo y ligero,
ligero, siempre ligero.

Que no se acostumbre el pie a pisar el mismo suelo,
ni el tablado de la farsa, ni la losa de los templos
para que nunca recemos
como el sacristán los rezos,
ni como el cómico viejo
digamos los versos.
La mano ociosa es quien tiene más fino el tacto en los dedos,
decía el príncipe Hamlet, viendo
cómo cavaba una fosa y cantaba al mismo tiempo
un sepulturero.
No sabiendo los oficios los haremos con respeto.
Para enterrar a los muertos
como debemos
cualquiera sirve, cualquiera... menos un sepulturero.
Un día todos sabemos
hacer justicia. Tan bien como el rey hebreo
la hizo Sancho el escudero
y el villano Pedro Crespo.

Que no hagan callo las cosas ni en el alma ni en el cuerpo.
Pasar por todo una vez, una vez sólo y ligero,
ligero, siempre ligero.

Sensibles a todo viento
y bajo todos los cielos,
poetas, nunca cantemos
la vida de un mismo pueblo
ni la flor de un solo huerto.
Que sean todos los pueblos
y todos los huertos nuestros.





LAS TRES HERMANAS
Gerardo Diego







Estabais las tres hermanas,
las tres de todos los cuentos,
las tres en el mirador
tejiendo encajes y sueños.

Y yo pasé por la calle
y miré… Mis pasos secos
resonaron olvidados
en el vesperal silencio.

La mayor miró curiosa,
y la mediana riendo
me miró y te dijo algo…
Tú bordabas en silencio,

como si no te importase,
como si te diese miedo.
Y después te levantaste
y me dijiste un secreto

en una larga mirada,
larga, larga… Los reflejos
en las vidrieras borrosas
desdibujaban tu esbelto

perfil. Era tu figura
la flor de un nimbo de ensueño.
… Tres erais, tres, las hermanas
como en los libros de cuento.

    
ROMANCE DE LA LUNA, LUNA
de Federico García Lorca 






(Romancero Gitano)

A Conchita García Lorca


La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando.


En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.


Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.


Niño, déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.


Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.


Niño, déjame, no pises
mi blancor almidonado.


El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño,
tiene los ojos cerrados.


Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.
Cómo canta la zumaya,
¡ay, cómo canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con un niño de la mano.


Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
El aire la está velando.










TU RISA
de Pablo Neruda




Quítame el pan si quieres,
quítame el aire, pero
no me quites tu risa.

No me quites la rosa,
la lanza que desgranas,
el agua que de pronto
estalla en tu alegría,
la repentina ola
de planta que te nace.

Mi lucha es dura y vuelvo
con los ojos cansados
a veces de haber visto
la tierra que no cambia,
pero al entrar tu risa
sube al cielo buscándome
y abre para mí
todas las puertas de la vida.

Amor mío, en la hora
más oscura desgrana
tu risa, y si de pronto
ves que mi sangre mancha
las piedras de la calle,
ríe, porque tu risa
será para mis manos
como una espada fresca.

Junto al mar en otoño,
tu risa debe alzar
su cascada de espuma,
y en primavera, amor,
quiero tu risa como
la flor que yo esperaba,
la flor azul, la rosa
de mi patria sonora.

Ríete de la noche,
del día, de la luna,
ríete de las calles
torcidas de la isla,
ríete de este torpe
muchacho que te quiere,
pero cuando yo abro
los ojos y los cierro,
cuando mis pasos van,
cuando vuelven mis pasos,
niégame el pan, el aire,
la luz, la primavera,
pero tu risa nunca
porque me moriría.


    Las ilustraciones en acuarela de Leticia Ruifernández consiguen transmitir el panorama de sensaciones y emoción que evocan los poemas. 




El baile del hombre con sus fantasmas.


No volveré a ser joven 
de Jaime Gil de Biedma 



Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan solo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.





Palabras para Julia
de José Agustín Goytisolo


Tú no puedes volver atrás

porque la vida ya te empuja

con un aullido interminable,

interminable.

 

Te sentirás acorralada

te sentirás perdida y sola

tal vez querrás no haber nacido,

no haber nacido.

 

Entonces siempre acuérdate

de lo que un día yo escribí

pensando en ti,

pensando en ti,

como ahora pienso.

 

La vida es bella ya verás,

como a pesar de los pesares

tendrás amigos tendrás amor,

tendrás amigos.

 

Un hombre solo una mujer

así tomados de uno en uno

son como polvo, no son nada,

que no son nada…

 

Entonces siempre acuérdate

de lo que un día yo escribí

pensando en ti,

pensando en ti,

como ahora pienso en Julia…

 

Entonces siempre acuérdate

de lo que un día yo escribí

pensando en ti,

pensando en ti,

como ahora pienso.

 

Todos esperan que resistas,

que les ayude tu alegría

que les ayude tu canción

entre canciones.

 

Nunca te entregues ni te apartes

junto al camino nunca digas

no puedo más aquí me quedo,

y aquí me quedo.

 

Entonces siempre acuérdate

de lo que un día yo escribí

pensando en ti,

pensando en ti,

como ahora pienso.

 

La vida es bella ya verás

como a pesar de los pesares

tendrás amigos tendrás amor,

tendrás amigos.

 

No sé decirte nada más

sólo tú debes comprender

que yo estoy solo en el camino,

en el camino…

 

Entonces siempre acuérdate

de lo que un día yo escribí

pensando en ti,

pensando en ti,

como ahora pienso en Julia.

 

Por eso siempre acuérdate

de lo que un día yo escribí

pensando en ti,

pensando en ti,

como ahora pienso.






Palabras para Julia por Reina Roja






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