Eduardo Lostal Piñero (Santander 1959). Se inició como empedernido viajero y fotógrafo en 1987, pero fue en 2003, a raíz de su primera exposición, cuando decidió tomarse el tema más en serio. Desde entonces, no ha dejado de viajar a los lugares más remotos del planeta, fotografiando a algunas de las culturas más ancestrales que siguen existiendo. Se puede decir que su pasión por la aventura es casi tan fuerte como la que tiene por la imagen. Lostal lleva 30 años recorriendo las últimas orillas intactas del planeta, tras los restos de un naufragio llamado diversidad. Este gran viajero se ha adentrado en los rincones más recónditos del planeta. Sus distancias no sólo se miden en kilómetros, sino también en siglos.
Editorial: GESLICAN. MONTAÑAS DE PAPEL
2018
Idioma: Castellano
Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta
ISBN: 9788416386635
Medidas: alto: 29 cm y ancho: 29 cm
P.V.P. 39,95 €
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| Fotografías de almas humanas con sus rituales que parecen en vías de extinción |
Como una gran marea que arrasa con los últimos vestigios de singularidad entre seres humanos, la globalización también avanza, borrando las huellas del pasado.
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| Las costumbres practicadas por sus antepasados es un viaje al interior |
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| Como si cazaran a la ballena blanca. [No tuvimos que haber rectificado el horizonte] |
Sin diques de contención que lo detenga, este tsunami anexionador amenaza con hacer desaparecer bajo sus aguas a cientos de pueblos y culturas, tan anacrónicas como milagrosamente aferradas a sus raíces.
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En sus cuerpos parecen poseer espíritus
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Lostal es un gran conocedor de la cultura tribal africana, continente que ha visitado en más de treinta ocasiones y que ha movido su trabajo como escritor y fotógrafo.
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África es la pasión que embauca a este viajero  |
Este gran viajero y fotógrafo de nuestro tiempo nos lleva a lo largo de estas orillas, cada vez más estrechas, donde la presencia humana conserva sus propias características.
Como escritor cuenta con tres novelas localizadas en su amada África: Oí silbar a las acacias (2013)...
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| Una hamer de Etiopia |
donde “África tiene una cara amable, pero también puede ofrecerte otra violenta y despiadada”, dice Cristina Calo, uno de los personajes de este cautivador relato; Hijos de un país sin Dios (2015), donde Isaac Luol Makol es uno de los 4.000 refugiados sudaneses, conocidos como “Chicos Perdidos”, que llegaron a Estados Unidos a principios de siglo, huyendo de la cruenta guerra civil que llevaba más de una década asolando su país; y, recientemente, Piel blanca corazón negro (2023) donde a través de Dignity y los secretos de su familia nos integraremos en la cultura de los masái.
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| Las mujeres representan y bailan a la guerra... |
...guerra que padecen y sufren
Atuendos exóticos de jefe o chamán de la tribu
Labios desprendidos, extendidos como se hacía en los cráneos que alargaban en las tribus de América
El trabajo del hombre en la cosecha
En la pesca se sirven de prolongaciones para no hundir su pierna en el agua.
En sincronía con la naturaleza salvaje que se encuentra domesticada
El juego como preparación para la destreza en el combate
Preparándose para el combate
Las mujeres, los mayores y los niños son la imagen de la indefensión
Las danzas festivas asiáticas
El juego como preparación para la destreza en el combate
Preparándose para el combate
Las mujeres, los mayores y los niños son la imagen de la indefensión
Las danzas festivas asiáticas
Para aquellos amantes del misterio y la aventura, trotamundos y viajeros de un mundo diferente, este libro constituye una guía esencial con la que poder encauzar sus pasos.
Eduardo Lostal Piñero parece otro más de sus exóticos protagonistas en extinción
"No me gustaría un mundo dónde todos fuéramos fabricados en serie. Me reconforta saber que hay vida más allá de la globalización".
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