El estudioso de las religiones Julio Caro Baroja fue interrogado por ¿Cómo fue posible que triunfaran las tristes celebraciones festivas cristianas frente a la jovial diversión de las prerromanas? El etnógrafo ratificó que eso mismo se preguntaba él. Sin embargo, La verdad es que aún perduran carnavales, tarasca, vacas romeras, pingadas del mayo, danzas del paloteo... porque la tradición no es fácil de erradicar. Las celebraciones paganas fueron adoptadas por la Iglesia y no es difícil discernir lo que no comulga con la predicación de Jesucristo.
Las calabazas provinieron de América como Halloween |
Para los celtas el inicio del año era el día de Samhain o el fin de la vida y de la recolección de la cosecha que nos conduce al recuerdo de la pérdida de nuestros parientes. Fechas en que se decoraban tubérculos iluminados por la noche con luces de vela introducidos en ellos para generar sensaciones terroríficas a los caminantes que accedían al caserío de los pueblos, como así me fue narrado por nuestros mayores en distintas localidades, al igual que los Celtas decoraban sus casas con los cráneos de sus enemigos a las puertas de sus casas. Los jóvenes al finalizar la festividad celebraban una comida en grupo igual que hicieron sus mayores en sus años mozos. La muerte no era tabú y se esperaba con gratitud entre nuestros ancestros celtas.
El imaginario celta se muestra cambiante, como ocurre en la religiosidad, especialmente con la llegada de los celtíberos. En el mapa de las lenguas apreciamos el desplazamiento de las etnias o tribus como los vascones cuando aparecen en la actual Navarra; o los várdulos si originaron la Castilla Vétula o vieja, pues así se piensa; y el desplazamiento de los pelendones desde tierras sorianas por empuje al que fueron sometidos de los arévacos.
En la guarda inicial mostramos las lenguas habladas en Iberia antes de la llegada de los romanos |
Nos hemos visto obligados a trabajar con la arqueología comparativa cuando recurrimos a símiles Atlánticos del siglo VI d.C.
Arturo. La leyenda del rey eterno Ilustración de Chris Riddell Edelvives, 2021 |
Hablar de nuestros orígenes en Iberia nos remite a los prehistoriadores que nos interpretan la cultura rupestre. ¿Qué representaban y qué querían transmitir en su arte? En la formación académica se nos enseñó que el hombre de las cavernas pintaba animales para poseerlos mediante la magia. Una lectura que ha ido desacreditándose. No contamos la capacidad prescriptora de José Luis Arsuaga o Ignacio Martínez pero con su arte comunicaban, también entre los suyos, el modelo en que vivían. Además, dichos lugares constituían hitos, al igual que los megalitos astronómicos y las necrópolis funerarias.
Rituales mortuorios prerromanos de 3000 años a.C. Ilustración de José Ramón Almeida. |
Los Celtas adoraron la Naturaleza. Sus dioses fueron el Sol, que les propiciaba un nuevo día, como podemos ver manifestado en las figuraciones artísticas del dolmen de Mecerreyes-Cubillejo, el verraco del castro de Peñalara y en las esvásticas de estelas larenses.
Cuadrúpedos dirigiéndose hacia el sol. Dolmen de Cubillejo-Mecerreyes |
Esto identifica la migración de los animales por una vía natural que también da sentido al conjunto de altares aparecidos en Gete y que trasciende a la Cañada Real Galiana. Las peñas elegidas se benefician de su orientación. Prácticamente todas las cimas se encontraban ocupadas con castros. El topónimo Gete, del árabe, nos indica valle, orilla o frontera, pues se presenta como el tránsito del llano a la cordillera montañosa.
Los celtas miraban el cielo con gran precisión astronómica para determinar los cambios estacionales con los que establecían sus actividades en el trabajo, según los equinoccios y solsticios, como el de Mabon (hacia el 22 de septiembre, que marca el fin del verano). La situación del altar de La Peña de Gete cuenta con esta orientación. Un lugar de sacrificios a la vez que de festividad durante tres noches y dos días, en paralelismo con Stonhenge y otros santuarios peninsulares donde se festejaba el ciclo de la vida.
El altar de la Peña en las inmediaciones del castro |
Cuando uno se sienta con honores regios en el altar de Tres Tronos divisa el castro del Pico del Cuerno de Gete hacia poniente.
Altar de los Tres Tronos de Gete. Escenificación de José Ramón Almeida |
Nos adentramos en los pormenores del altar, castillo y santuario de la Cerca y aportamos un nuevo altar en las inmediaciones al castro de la Muela, en Vilviestre del Pinar, donde se comunican tres lóculos o corrientes con los que aplacaban a la diosa.
La tríada Dea Dama, la “Diosa Madre” |
Es importante apreciar como prosigue el componente femenino de las antiguas venus generadoras de la fertilidad, la protección de la Naturaleza y el agua de la vida. Imbolc o Brígida para la primavera. Una triada a la diosa madre que los romanos adoptaron de las matres celtíberas en Clunia.
En las noches de plenilunio nuestros antepasados prerromanos bailaban, como se ha mantenido en Galicia. Los celtas temían a los agentes atmosféricos, el poder destructivo del rayo con su estruendoso trueno (Taranis), que también cuentan con la tríada divina a la que dedicaban sacrificios. La triple muerte que conocemos por cuerpos hallados entre el lodo de los estanques aparece relatada en Los Siete Infantes de Lara.
Una cultura rural de individuos tachados de bárbaros por sus enemigos griegos y romanos que, estos últimos, terminaron ensalzando su coraje en el mito de Numancia.
Se suicidaron antes que entregarse a Roma. Numancia, de Alejo Vera y Estaca (1881). |
Combate de campeones, vaso numantino |
Fiesta de los Jefes en Santo Domingo de Silos |
Las fiestas los Jefes en un anacrónico asalto árabe a la fortaleza de Silos o la marcha que se incorpora en la Pinochada en Vinuesa en mención de los tercios de Flandes se vinculan al Reinado de nuevos nombramientos anuales en Hacinas; las danzas del Paloteo, similares a los bailes del País Vasco; la Vaca Romera que se descubre en la cerámica numantina y que en Pedrezuela o Colmenar Viejo de Madrid se rinde a los quintos para que recorran todo el pueblo hasta nuestros días. Todas estas celebraciones muestran reminiscencias de la cultura celta.
En Beltaine se engalana a las damas en altares florales de Huerta del Rey o Colmenar Viejo en Madrid y la pingada del Mayo que se muestra en Tierra de Pinares y que en Tielmes lo levantan durante la Semana Santa, quemando al "Judas". Retos de superación donde los "quintos" se integran sintiendo la pertenencia a la comunidad.
El Judas en Tielmes (Madrid), durante la Semana Santa |
Lamentablemente, hemos perdido la interpretación de los bardos cuando narraban en las oenach o celebraciones de ferias el mito del "héroe fundador", jinetes salvadores que identificamos en las estelas aparecidas en Clunia o Bezares.
Héroe fundador con la cabeza de animal, estela de Clunioq |
Gestas que fueron transmitidas por las madres como institutrices de sus hijos y que nos han llegado a través de los juglares en los cantares del Mio Cid durante la reconquista, Los Siete Infantes de Lara para otorgar legitimidad a la importante familia de los Lara y emparentarles con los condes de Castilla, y la leyenda de Fernán González buscando la independencia de León, en una narración que partió del cenobio de San Pedro de Arlanza y mantiene pervivencias celtas, por igual que todas ellas.
Recomendamos las entradas a nuestro blog:
LOS PILARES DE CASTILLA EN LAS RAÍCES CELTAS DE LARA, de ANTONIO PALACIOS GONZALO
SIMBOLOGÍA DE LA PORTADA LOS PILARES DE CASTILLA EN LAS RAÍCES CELTAS DE LARA
VIAJE AL CONDADO DE LARA
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