miércoles, 8 de mayo de 2024

PRESENTACIÓN EN ALCALA DE HENARES DE LOS PILARES DE CASTILLA EN LAS RAÍCES CELTAS DE LARA, DE ANTONIO PALACIOS GONZALO

Prologada por Martín Amagro Gorbea e Ignacio Ruiz Vélez

Nueva edición


Editorial Diwan Ibérica Libros, 2024
16 x 23 cm, 250 páginas
ISBN: 9788412787634 
P.V.P. 20,00 €  ahora 19,00 €

Puede consultar disponibilidad en el correo:  


   Elegí para la presentación el primero de mayo día de la Beltaine, festividad celta de la regeneración de la naturaleza, cuando se engalana a las mocitas como damas en altares florales en Tierras de Burgos o en Colmenar Viejo en Madrid y se pinga el Mayo en Tierra de Pinares Burgos-Soria, aunque en Tielmes lo levantaron el domingo de resurrección de la Semana Santa, quemando al traicionero "Judas". Reto de superación donde los "quintos" se integran sintiendo la pertenencia a la comunidad. Los celtas como grandes astrónomos fueron conocedores de los solsticios y equinoccios. A los que sumando 40 días festejaban la plenitud estacional.


  ¿Porqué nos animamos a publicar este trabajo? 

  Los avances en Arqueogenética están revolucionando la interpretación histórica de la civilización celta en Iberia, lo que unido a los últimos hallazgos de altares celtas en el Alto Arlanza hace replantear un estudio paleoetnográfico, considerando, hoy en día, una impronta celta que trasciende a la identidad nacional.

Rituales mortuorios prerromanos de 3000 años a.C.
Ilustración de José Ramón Almeida. 

    La cultura material, las creencias con los ritos y el habla son señas de identidad para establecer la Weltanschauung o visión de la civilización celta.

    El conocimiento de los celtas nos lo proporcionan los geógrafos griegos en el siglo VI a.C. que los trataron de keltoi, para sugerir «los pintados» y atribuirlos como bárbaros, de extranjero, desconocido y lejano, que también se cree pudieron escuchar a los propios indígenas pues estos se reconocieron así. Los romanos los latinizaron celtai

    Los lingüistas percibieron la similitud de las lenguas indoeuropeas que provienen de una lengua eslava desaparecida. Sin descartar un origen protoindoeuropeo de Anatolia, que explicaría el vascuence. Una alerta que se ubica en las estepas del Cáucaso. En 2010 me sorprendía que en el Este de Europa se daban los mismos enterramientos que en la meseta castellana en túmulos, cultura del dolmen que desaparece, siendo arrasados en el mismo momento. ¿Otras gentes? ¿Cambio en la forma de vida? Además, dichos lugares constituían hitos en los megalitos astronómicos y las necrópolis como lo fueron las pintadas en cuevas prehistóricas.

    La Arqueogenética resuelve el alto componente indoeuropeo y atlántico de los europeos actuales y, en particular, en la península. Por el genotipo R1b-P312, cromosoma paterno, se determina celta con una antigüedad del 3000 a.C. para gran parte de la cornisa atlántica y todo el Cantábrico: desde la bretaña, recorriendo toda la Galia, la Aquitania, Vasconia, Cántabri, Astur, Gallaeci y Lusitania. Para algunos autores como Barrry Cunliffe serían los orígenes de la cultura celta.


¿De dónde provienen?

   La Cultura de Cerámica de Cuerdas, el vaso campaniforme y la incineración tienen origen de los pastores guerreros Yamnaya de las Estepas del Cáucaso en el 4500 a.C. que introducen éste y el genotipo R1a por Centroeuropa con los celtas continentales que incorporan el carro tirado por caballo, los kurgan o enterramiento en túmulo y armas metálicas. 

   

Celtíberos uniformados con escudos y caras pintadas

     Los restos arqueológicos nos aproximan a cómo era la cultura Celta. Las estelas describen concepciones sociales, culturales y religiosas. Entre las más inquietantes se encuentran la del "héroe fundador", como la de Clounioq o Clunia, convento jurídico de la Hispania romana. 

   ¿Dónde localizaban los santuarios? En las peñas, ríos, árboles del bosque y en el paso de la meseta al sistema montañoso, donde buscan el numen. Según las particularidades de los dioses locales, Dis pater de cada lugar. En Alcalá en el cerro del Viso y el Ecce Homo en las deidades femeninas de la diosa Ataeciana que proporciona la vida y la regeneración. 

 Un lugar de sacrificios a la vez que de festividad durante tres noches y dos días, en paralelismo con Stonhenge y otros santuarios peninsulares como A Ferradura, en Pontevedra, donde festejaban el ciclo de la vida. En grandes hecatombes de cabras que solían ser producto de la rapiña en la prueba a los mozos de la comunidad, según da muestra la ofrenda en el Soto del Henares.

    En 2010 publicamos nuestro trabajo Viaje por el condado de Lara, donde fuimos conocedores de parte de los santuarios del Alto Arlanza. No interpretábamos el sentido de unas piletas o cazoletas que se encontraban en las peñas para las ofrendas de la sangre de animales. Por otra parte, las armas eran enterradas...  o arrojadas a los ríos. Las primeras, ofrenda en agradecimiento a los dioses y, las segundas igualmente, en otro ritual al guerrero.


Foto: Juan Carlos Palacios. Ignacio Ruiz Vélez, doctor en Arqueología, visualiza por primera vez el altar de los Tres tronos

    La disposición de los asientos de los Tres Tronos con polletes de mano, simulando a las sillas de montar, y establecidos de manera jerárquica para que resultara apropiada al rex (pronunciado "riks") o rey que se encuentran vinculados a las deidades. Junto a él, sus duces, elegidos por aclamación. Los asientos se dirigen con la mirada a poniente en el equinoccio de invierno, y al castro. Estos asientos se encuentran en territorios de frontera entre distintas populis, como sucede en Cebreros, Buendía o El Escorial, límite entre carpetanos y vetones, por su parte, la frontera de Carazo se establecía entre turmogos, pelendones, vacceos y arévacos.

     El último descubrimiento importante ha sido la localización del altar de la tríada de los dioses. Los Celtas hacían discurrir tres corrientes de agua que convergen para aplacar a la Dea Dama, o diosa madre, que propicia la exuberancia de la naturaleza. Algo que puede derivar de las venus en el Paleolítico y que pasa a la visión celta de las matres, en plural, por su capacidad protectora, dueña de las aguas y creadora de la fertilidad. 

     Junto a sacrificios, también humanos, que no debe extrañarnos, pues como sugiere Estrabón en el noroeste de Hispania fueron prácticas habituales aplicadas a los prisioneros, tal y como atestigua la historia comparativa con evidencias documentales en los santuarios de Fragas de Panóias, Cancho Roano, Bletisa (Ledesma, en Salamanca) y Ulaca (Avila), que prosiguieron en Plena Edad Media como conocemos por las Cántigas de Santa María.

    El "combate Singular, entre Campeones" evitaba exponer a los ejércitos. Situación que hemos reencontrado en las crónicas árabes en los enfrentamientos con los reinos cristianos por la ocupación del territorio.

  Combate entre "Campeones" para evitar exponer a sus ejércitos. Cerámica numantina 

    Después del dominio árabe de la península se propició la recuperación paulatina de los reinos cristianos y, en torno al primer milenio de nuestra era, se estableció como frontera el Duero. De la repoblación desde Tierra Lara dejan buena prueba una veintena de necrópolis Altomedievales cavadas en piedra que se encuentran dispersas por el Alto Arlanza. Los alfoces con sus emblemáticos castillos seguían ofreciendo protección a las Comunidades de Villa y Tierra, sin distanciarse en demasía de los oppida celta.

    El germen de la nación española se encuentra en Lara, lugar de donde proceden los condes de Castilla y la leyenda de los Siete Infantes que otorga continuidad a la familia Lara en la Edad Media. 

    A los que se alía el Campeador para ser los protagonistas de la historia de una nación, de procedencia legendaria por sus gestas romanceadas: el conde fundador Fernán González, a quién se le otorga la independencia de Castilla; valen por siete, los Infantes de Lara; y el gran Cid, acompañado de una hueste de trescientos vasallos.

     Un importante pilar de la Corona se fundamenta en la religión, que en el Medievo infundió hondas creencias cristianas desde la trinidad de cenobios de San Pedro de Arlanza, Santo Domingo de Silos e Infantado de Covarrubias, protagonistas y fuentes documentales para la historia de una nación.

   En el área de estudio las incursiones de romanos, visigodos y árabes no es que fueran multitudinarias y permitió el paganismo en las culturas alejadas de la civilización que mantuvieron la tradición y la costumbre adquirida por sus ancestros. Por otra parte, es confusión habitual pensar en la interrelación entre las tres culturas cuando se evitaba la consanguinidad por cuestiones sociales o imperativos religiosos que impedían que se mezclaran entre ellos. Las tres religiones se establecían por barrios en villas como las de Silos o Alcalá de Henares donde se impedía cruzar las puertas de las distintas demarcaciones a una hora determinada como a toque de queda. 

    Los Reyes Católicos se vieron obligados a expulsar a las otras religiones por clamor popular y, tras la toma de Granada, fueron conscientes de que debían integrar al resto de reinos cristianos si querían conformar la unidad del territorio. 

   El "descubrimiento" del Nuevo Mundo se benefició de las artes de los mismos aventureros que manifiestan una experiencia de combate adquirida en la “Reconquista”, prosiguió en la exploración por el Nuevo Mundo y en el dominio de las picas de Flandes por Europa, para constituir un reino donde no se ponía el sol. La organización del mayor imperio conocido se utilizó sus recursos forestales y ganaderos para enriquecer a la Corona. Para ello se sirvió de la Mesta y la Real Cabaña de Carreteros. Los pobladores anónimos de Castilla forjaron el andamiaje de una gran potencia mundial sin saberlo.

    Según el historiador de las religiones Angelo Brelich, las tradiciones que remontan al substrato prerromano pueden y deben ser estudiadas desde la Paleoetnografía como documentos válidos para la reconstrucción histórica. Por ello, examinamos el pilar etnográfico, donde nos adentraremos en el ciclo anual de la vida, las costumbres, tradiciones y el folclore, rastreando en los rescoldos de la esencia humana para apreciar el espíritu numantino que nunca se rinde y comprobar así que perdura una impronta celta. 

    La fiesta de los Jefes en un anacrónico asalto árabe a la fortaleza de Santo Domingo de Silos o la marcha que se incorpora en la Pinochada en Vinuesa en mención a los tercios de Flandes se vinculan al Reinado de nuevos nombramientos anuales en Hacinas; las danzas del Paloteo, similares a los bailes del País Vasco; la Vaca Romera que se descubre en la cerámica numantina y que en Pedrezuela o Colmenar Viejo (Madrid) se rinde a los quintos para que recorran todo el pueblo hasta nuestros días. Estas celebraciones muestran reminiscencias de la cultura celta.


Danzas guerreras en San Leonardo, en el interior de templos desacorde a la predicación cristiana

Las piedras hablan y sus manifestaciones son tan clarificantes para el conocimiento de nuestros antepasados como las fuentes escritas.

Los pilares de Castilla en las raíces celtas de Lara

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