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Hubiese sido mejor no haber tenido que escribir sobre ello pero hoy, justamente cuando escribo estas líneas, se cumplen ochenta años en que sufrimos en España un fallido golpe de estado. A consecuencia de éste se desencadenó una contienda que se prolongó durante un millar de días y cuyas repercusiones todavía las padecemos los nietos de aquellos combatientes en un país que quedó dividido en las dos Españas que describía Machado.
Los preámbulos se sitúan en un país que no sufrió de cerca la Gran Guerra; la fallida dictadura de Primo de Rivera 1923-1930 generó un proceso de radicalización política y el auge del republicanismo. Las revueltas se suceden con los anarquistas, en Cataluña, Asturias de octubre del 34, Casas Viejas.
Ante los resultados de las elecciones de febrero del 36, Franco, jefe del Estado Mayor, telefoneó a Sebastián Pozas, director general de la Guardia Civil, quien se mantuvo fiel a la República, por lo que presionó al general Manuel Goded, Joaquín Fanjul y Ángel Rodríguez del Barrio. Como no lo vio nada claro se echó atrás en el intento de dar el golpe de estado. El 8 de marzo se reúnen en Madrid Franco, Mola, Orgaz, Villegas, Fanjul, Rodríguez del Barrio, García de la Herrán, Varela, González Carrasco, Ponte y Saliquet y el Teniente coronel Valentín Galarza, en casa de José Delgado, corredor de bolsa y amigo de Gil Robles para acordar el alzamiento.
El gobierno de Azaña estaba al corriente de las intenciones golpistas menospreciando su alcance. A propuesta del general Carlos Masquelet, ministro de la Guerra, hizo hasta mediados de marzo importantes cambios y traslados de altos mandos sospechosos de conspiración. El general Batet, fiel a la república, fue destinado a Burgos y el 7 de julio se entrevistó con el comandante militar en Pamplona Emilio Mola para conocer sus intenciones, pero éste mostró obediencia a su superior. Sin embargo, Mola estaba preparando instrucciones reservadas de carácter violento y represivo contra los no afines al "Movimiento Nacional".
Las últimas investigaciones de Ángel Viñas han puesto de manifiesto que los golpistas ya tenían contratados los bombarderos alemanes e italianos.


No se exige responsabilidades pues se estableció la amnistía durante la transición a la democracia. Tan sólo se solicita que se admitan los hechos que se sucedieron y que se identifiquen a los desaparecidos que se encuentran esparcidos por las cunetas de media España para que dejen de ser "fantasmas", para tranquilidad de sus familiares. El país tiene que seguir viviendo y los herederos no pueden ser responsable de los actos que cometieron sus antepasados aunque tampoco sería bueno que comulgasen de las acciones vejatorias para que éstas no vuelvan a repetirse, acciones que se iniciaron tal día como hoy, hace 80 años.
Recuerdalo tú y recuerdalo a otros fue una obra pionera sobre la historia oral de la Guerra Civil española.
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